En 1997, un impactante y seminal disco colocó a unos escoceses llamados Mogwai en la vanguardia de un estilo que se conoció por la etiqueta de post-rock y en el que coincidían propuestas tan diferentes como las de Stereolab, My Bloody Valentine, Laika, Autechre o Tortoise. Young team, que durante el último año y debido a una cuidada reedición el grupo ha tocado íntegro en directo, fue una sorpresa de sonido guitarrero en el que los juegos de intensidad eran lo primordial: ecos ambientales y ritmos recurrentes y lentos que ascendían en crescendos terroríficos y chirriantes, dejando entrever la oscuridad de Joy Division, el slowcore de Slint o el noise de The Jesus & Mary Chain y Sonic Youth.
Come on die young (99), el influyente y aplaudido Rock action (01), el discutido Happy songs for happy people (03) y Mr. Beast (06) consolidaron un status que cimentaban sobre todo en sus infernales directos (su subyugante sesión de feedback ya deslumbró en el AV Festival 2003 en el castillo Sohail), en los que retan al oyente con oleadas de distorsión intercaladas entre plácidos paisajes.
El regreso de los fieros chicos de Glasgow, The hawk is howling (08), anuncia un viraje a los medios tiempos y a los remansos de calma, un parece que momentáneo y fugaz descanso en su afán por la experimentación en los límites del ruido.
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