Coque Malla. La hora de los gigantes

El pasado día 12 de noviembre, Coque Malla ofreció en la Sala Siroco de Madrid, abarrotada y con un puñado de caras conocidas del cine, la música y la televisión, como cada vez que toca en la capital, un anticipo de lo que será su nuevo disco, La Hora de los Gigantes. Prevista su salida para el comienzo de la primavera, este tercer trabajo de Coque en solitario (antes fueron Soy un Astronauta Más-99 y Sueños-04) ha sido grabado en los estudios La Cabaña y constará de 11 cortes colmados de rock and roll con mucho roll y salpicado de melodías y arreglos pop. Todos los que han escuchado el nuevo trabajo, aún sin terminar, coinciden en que es lo mejor que ha hecho en su carrera el líder de Los Ronaldos.

Dadle un escenario a Coque Malla y veréis el milagro del artista que se agiganta. Coque Malla toca. Con mayúsculas, TOCA. Y canta. Todo el tiempo está pendiente de su guitarra, y su guitarra de él, sacándose mutuamente sonidos, texturas, cadencias y silencios que rellenan y envuelven los temas y que resbalan desde el escenario cayendo como niebla o humo o no sé qué suerte de éter bendito o maléfico que impregna a un público que, conforme avanza el show, forma más y más parte del escenario, de la propia banda. Y así cobra carta de naturaleza un concierto, cuando se suman cada una de las partes y se forma un todo compacto. Y, encima, también baila (el swing y el groove pasean por toda su estatura y procuro encontrar el momento, cada vez que le veo, de pedirle que me haga unos pasos de claqué; difícil baile que aprendió de niño pasando horas frente al televisor dando p´alante y p´atrás al mando del vídeo en las películas de Gene Kelly y Fred Astaire. -¿Qué hacía yo con once años?-).

Temas como Hasta el final, She´s my baby, Cada vez es mejor o Quiero volverte a ver fueron muestra de la fuerza y la elegancia con que vuelve este rockero que ya está siendo rondado por los cuarenta, con todo lo bueno que ello implica. La madurez y el sosiego que traslucen las melodías y las letras no hacen sino plantarte una sonrisa en la cara que se va agrandando conforme el concierto avanza y crece y engorda, que es lo que tiene que hacer una banda en el escenario, hacer avanzar y crecer y engordar el concierto.


Coque Malla sabe arroparse y acompañarse, de eso no cabe duda. En la base rítmica, sus colaboradores desde hace años, al bajo Laura Gómez Palma (desde su argentina natal, en su carrera ha abordado con éxito diferentes proyectos, desde criar caballos a publicar libros de poemas, sin dejar de trabajar como bajista con artistas consolidados, lo último ha sido su participación en el reciente trabajo y gira de Loquillo) y a la batería Daniel Parra, quien entró a formar parte de Los Ronaldos en el 95 y que sabe combinar una pegada contundente con sutiles arreglos quizás traídos de su yo jazzero y marimbero, será por eso que lo mismo lo llaman para tocar con La Frontera que con Racalmuto, o que Jorge Pardo se lo lleva a un festival de jazz a Israel. I love you, Dani. Completan el equipo el componente de Tequila Mauro Mietta a los teclados y piano, con quien ya contó Coque para su proyecto Sueños y el guitarrista Nico Nieto (Blue Perro), ambos son hábiles músicos de manos refinadas que transitan con sabiduría los senderos que marca en el mapa del concierto el gigante Malla.

No faltaron sorpresas esa noche de frío miércoles en Siroco. Iván Ferreiro subió a cantar el tema Berlín en uno de los momentos emotivos de la noche, “se miran arrobaditos”, comentó Alejandra, la artista plástica que ilustra esta página y es verdad que daba gusto verlos y oírlos, el pequeño gran hombre y el hombre agigantado cantando a dúo. Aún quedaban dos invitados por subir, y lo hicieron juntos para acompañar a Coque en el tema Cuídate. Fueron Javier Polo (bajista, cantante y compositor de uno de los grupos con el nombre más divertido que he oído en mucho tiempo: The Winnerys...) y el grandísimo Alex Olmedo (La Naranja China), uno de los mejores autores nacionales, prodigioso guitarrista y extraordinario cantante, todavía por descubrir por parte del gran público pero ya aclamado por una legión de fans. Yo, la primera.

Y así voló la noche. El concierto, retransmitido en directo para todo el que no pudo entrar en la sala vía internet, se hizo muy corto, y eso es bueno. A la semana siguiente repitieron en la Galileo Galilei y tengo entendido que les salió muy bonito también. Pues estaremos atentos porque a Coque lo que le apetece hacer con este nuevo disco es tocarlo y tocarlo, es decir, salir de gira por toda la piel del toro y además quiere llevarlo a salas pequeñas, “después del reencuentro tan satisfactorio con Los Ronaldos, me puse a hacer este trabajo cargado de energía y ahora lo que nos apetece es defenderlo lanzándonos a la arena, a la carretera, hacer muchos directos porque sé por internet que hay un público nuevo, de una generación posterior a Los Ronaldos, que nos está esperando”. Pues sí, te esperamos.

rociogarciadelarosa@hotmail.es

1 comentario:

Laura Gómez Palma dijo...

Qué lindo todo lo que has escrito!!! Un besazo y hasta pronto!